La malcrianza también es económica

En relación con la educación de los hijos y el dinero hay un debate entre quienes prefieren dar una ‘paga’ a sus hijos y los que argumentan que dársela tiene más inconvenientes que ventajas.

Los padres de hoy en día quieren suplir la falta de compañía y los grandes vacíos emocionales de sus hijos con una equivocada actitud de darles todo lo que piden. Una tableta, un Iphone, un Ipad, un carro, ropa de marca, entre otros, son elementos artículos que si bien pueden ser útiles, también pueden llegar a convertirse en el peor enemigo si no son administrados adecuadamente. Dentro del compromiso de desarrollo y fortalecimiento de la personalidad de los adolescentes, por qué les cuesta tanto a los padres enseñarles a valorar lo que tienen, ¿de quién es la culpa?, ¿de los menores, de la globalización o de la misma actitud ‘consentidora’ de los papás? A continuación, unos de los errores más frecuentes que cometen los adultos en la crianza de sus hijos.

Darles gusto en todo.

Es básico enseñarles a los hijos no solo el valor económico, sino también el valor representativo de las cosas. Todo debe requerir un esfuerzo, de ese modo se establece una escala de valores y a la vez es un estímulo para el desarrollo de sus propias capacidades. Los padres deben enseñar que las cosas en la vida se obtienen con esfuerzo.

No diferenciar a qué tienen derecho y qué deben ganarse.

Este error deriva del anterior. Los niños por supuesto deben ser alimentados, vestidos y educados por mamá y papá. Pero tienen que ganarse cosas como un carro, una tableta, el paquete de minutos de celular al que acceden, las consolas de videojuegos, etc.

Premiarlos cuando no se lo merecen o cuando no corresponde.

Los jóvenes no deben ser recompensados por hacer labores domésticas, sacar buenas calificaciones o cumplir con ciertos compromisos, esos son sus únicos deberes. Pero sí se pueden premiar los esfuerzos adicionales, como lavar el carro de la familia, atender labores sociales o ayudar en el trabajo de sus padres.

Yo quiero que mi hijo tenga lo que yo no tuve”.

Amparados en esta premisa, muchos papás se convierten en dadores desaforados, sin criterio y sin entender a veces que todo exceso es negativo. ¡Recuerden! Dar mucho de algo hace que no se valore.

No vincular al niño al cuidado de la economía de la casa ni explicarle el valor del dinero.

Hoy por hoy los hijos creen que el dinero proviene del cajero y que las cuentas se pagan solas. Enseñemos a los niños a apagar las luces de las habitaciones al salir y el televisor cuando van a comer o incluso a cerrar la llave del lavamanos mientras se cepillan los dientes.

No enseñarles a ahorrar.

Desde los 3 años un pequeño está en capacidad de comprender el concepto de inversión.

Vivir una vida que no es de ellos…

Son muy frecuentes por estos días los casos en que los padres, con tal de ofrecerles un mayor “bienestar” a sus hijos deciden pagar un colegio por fuera de las posibilidades económicas o irse a unas vacaciones exclusivas a punta de deudas, esto, termina afectando a los hijos más de lo que los beneficia.

¿Cuál es la edad ideal para empezar a darles dinero?

Es común empezar a darles una mesada a los niños entre los 5 y 6 años. Sin embargo, muchos padres lo hacen cuando los niños todavía cursan el preescolar, mientras que otros esperan hasta después de los 10 años. No hay una edad específica para empezar, aunque el mejor momento es cuando el menor empieza a comprender que con el dinero puede comprar las cosas que él desea. Sin embargo, tampoco es necesario hacerlo, y la decisión de dar una mesada o no a los hijos, depende de varios factores y eso lo debe decidir cada familia según sus criterios.

Se debe explicar a los jóvenes cómo funciona el dinero y también que pongan en práctica ese conocimiento.

Por: Edgar Núñez Bastidas
Especial para Revista Edu.co

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